MARIA LUZ GODOY, Abogada de Familia y Menores, Mediadora, Licenciada en Psicología y Psicoterapeuta. Apoya a personas, parejas y empresas en la búsqueda de soluciones a sus conflictos. En su enfoque humanista y sistémico, trabaja con Terapia Gestalt, Eneagrama, Psicoterapia Clínica Integrativa, Bioenergética, Constelaciones Familiares, Constelaciones Organizacionales y Coaching Sistémico. Fundadora y directora del Centro Nadir en Murcia (España) desde 2007. Es miembro de la Asociación Española de Constelaciones Familiares Sistémicas y mentora de la Comisión de Justicia Sistemica en España.

AFFECTUM – ¿Quién es María Luz Godoy, la mujer, madre, abogada y terapeuta al servicio de la reconciliación y la paz?

MARIA LUZ GODOY – Soy hija de unos padres muy valientes, con mucha fuerza y muy trabajadores, que lo tuvieron muy difícil y construyeron una vida digna para sus hijos con mucho amor y confianza. Que hicieron de la superación de las dificultades un motor para ir más allá, evolucionar y crecer. Y que nos animaron a seguir yendo más y más allá.

 

AFFECTUM – ¿Cómo fue tu trayectoria profesional y en qué momento de tu vida el derecho se encontró con la psicología, las constelaciones y todo lo relacionado con el desarrollo humano?

MARIA LUZ GODOY – El derecho de familia y las situaciones de maltrato y abuso requieren, a mi entender, de un abordaje multidisciplinar, jurídico y psicológico, como mínimo. Es necesario que los juristas tengamos en cuenta las cuestiones emocionales y sistémicas que sostienen los conflictos y dificultades de las parejas y esto requiere de una mirada psicológica.

Pero también los psicólogos han de tener en cuenta que hay unas leyes, que son de obligado cumplimiento para el mantenimiento de la paz social y que hay que respetarlas tanto a ellas, como a las resoluciones adoptadas en los juzgados y tribunales.

Desde esa convicción, cuando solo ejercía el derecho (más de veinte años), siempre trabajé colaborando con psicólogos. Pero a partir de un momento, necesité personalmente abordar los conflictos de mis clientes desde una perspectiva psicológica y me puse a estudiar y a trabajarme en psicoterapia.

Sentía con mucha claridad que la “contienda”, la lucha en los tribunales y el paradigma “yo gano, tú pierdes”, no tenía sentido, porque no traía paz a las personas. Si no hay equilibrio ni orden, y no se incluye a todos los miembros de la familia, no hay paz para ninguno de ellos.

Así llegué a fundar el Centro Nadir, multidisciplinar, jurídico y psicológico, en 2007, colgando la toga y dejando de litigar, para acompañar a los clientes integrando ambas miradas, pero desde la psicoterapia y con una mirada sistémica, que considero esencial.

 

AFFECTUM – ¿Existen los problemas jurídicos? Háblanos del camino que recorrieste hasta llegar a la Justicia Sistémica

MARIA LUZ GODOY – A veces sí existen, porque las leyes o su interpretación y aplicación no siempre son favorables a nuestros intereses. Entonces surge el conflicto con la norma o sus consecuencias.

Pero es distinta la situación en la que una persona acude a los tribunales a litigar sobre un conflicto que tiene con otra u otras personas, físicas o jurídicas, porque no son capaces de resolver por sí mismos la situación. Entonces contratan un gladiador –el abogado-, que libre por ellos las batallas que no pueden afrontar, para que “papá juez” decida por ellos.

Yo llegué a la Justicia Sistémica en 2007, cuando empecé a aplicar las constelaciones familiares y organizacionales a los conflictos de los clientes de nuestro despacho. Y los resultados eran impactantes. Muy favorables. Se lograban acuerdos y las relaciones posteriores fluían en paz.

En 2012, una Ley de Tasas Judiciales, del entonces ministro de justicia, impedía el acceso a la justicia de todos los ciudadanos en igualdad de condiciones. Eso provocó un movimiento masivo en España hacia la Mediación, como medio alternativo de solución de conflictos, en un momento en que había mucha saturación de litigios.

Ahí me propuso el Colegio de Abogados de Murcia que impartiera una tarde de clase sobre esta mirada sistémica al conflicto, en el marco de dos cursos de formación en mediación, para 80 abogados inscritos.

Naturalmente, tuve que buscar un nombre que dejara tranquilas las mentes de los juristas para evitar que salieran corriendo. Y lo llamé: “Coaching y configuraciones sistémicas en el ámbito jurídico”. Para no nombrar a las “constelaciones familiares”, que nunca serían aceptadas con esa denominación.

A partir de ahí, viendo lo satisfechos que quedaron mis colegas, decidí formar un Grupo de Trabajo de Investigación con 33 juristas. Había dos jueces, letrados de la administración de justicia, abogados y procuradores. Ningún fiscal. Duró 6 meses y fue muy enriquecedor trabajar y observar las dinámicas que nos muestran las constelaciones y el lugar desde el que cada profesional aborda su trabajo.

La denominación fue la misma que en el Colegio de Abogados, aunque yo siempre aclaraba que esto se trataba de la aplicación de las constelaciones familiares a nuestro ámbito y que no era nada esotérico ni etéreo. Decía que era una traducción del alemán en cierto modo, desafortunada, porque creaba confusión.

la Unidad de Mediación Intrajudicial de Murcia me propuso impartir un taller de medio día sobre la materia y esta propuesta se ha repetido ya en cuatro ocasiones.

Con posterioridad, la Universidad de Murcia, a través de la Escuela de Práctica Jurídica y el Colegio de Procuradores, me proponen cada año impartir una tarde sobre la materia. Siempre en el marco de una formación en Mediación.

Y la UCAM (Universidad Católica de Murcia) me lo ha propuesto ya en dos ocasiones.

En marzo del pasado año, una abogada y una juez de 1ª Instancia de Valencia me propusieron que les ayudara a encontrar la fórmula para aplicar las constelaciones en los casos del juzgado. Yo en ese momento estaba en un grupo de investigación de la Asociación Española de Constelaciones Familiares y Sistémicas (AECFS) y les propuse lo que a mi entender sería la vía que podría salvar mejor las dificultades legales y las resistencias del sistema: Un Proyecto Piloto de Investigación Científica para asuntos contenciosos de Derecho de Familia.

Y que dicho proyecto debía comenzar por impartir varios Cursos Introductorios de Justicia Sistémica intensivos, dirigidos sobre todo, a abogados y procuradores, con el fin de que los primeros, al menos, no se opusieran frontalmente a que sus clientes participaran en la investigación sometiéndose voluntariamente a una intervención con constelaciones familiares.

Y así empecé a impartir dichos cursos, de un día y medio de duración, en junio de 2023. El último ha sido en enero pasado. Han asistido cada vez entre 25 y 30 juristas, que han quedado encantados cada vez.

Ante todo este movimiento, la Unidad de Mediación Intrajudicial de Murcia me propuso, junto al Colegio de Procuradores, impartirlo también en Murcia capital, en la sede del colegio. Y este mes de febrero tuvo lugar con una participación de 48 juristas y mediadores.

A consecuencia de todo esto, los participantes se quedan con ganas de más y a la vista de una petición concreta de una alumna del primero de los cursos de Valencia, me puse en contacto con una escuela de formación en constelaciones de Barcelona, muy prestigiosa, que accedió a coorganizar conmigo la 1ª formación amplia en Justicia Sistémica en nuestro país. Comenzaremos en octubre próximo.

El proyecto de investigación, tras muchos meses de trabajo, tiene redactados todos los protocolos y en este momento está en pausa, en espera de que un Comité de Ética en la Investigación acceda a evaluarlo, pese a que yo no sea –como investigadora principal- docente o alumna de doctorado en su universidad. Así que sigo en la búsqueda de ese comité para poder llevar a cabo el trabajo experimental en cualquier juzgado o unidad de mediación.

 

AFFECTUM – ¿Cómo entran las constelaciones familiares en tu vida? ¿Qué papel desempeñan en la búsqueda del camino del medio, el que trae la paz a todas las partes en conflicto?

MARIA LUZ GODOY – En mi caso –como creo que en el de todos-, llego a ellas buscando ponerme yo en paz con mi historia familiar, que fue muy difícil. Pese a años de terapia, había vueltas de tuerca que no conseguía dar para estar tranquila, para integrar todos los hechos y a todos los miembros de la familia.

Y eso es lo que me dieron personalmente las constelaciones familiares: paz para mí y para toda mi familia, que de estar separados hemos pasado a estar unidos y en paz con todo. Eso no tiene precio.

 

AFFECTUM – ¿Qué herramientas y métodos utilizas para resolver los casos que se te presentan?

MARIA LUZ GODOY – Yo he estudiado psicología, pero también me he formado en diversas ramas de psicoterapias humanistas: Terapia Gestalt, Constelaciones Familiares, Organizacionales y Coaching Sistémico, Eneagrama, Bioenergética y Psicoterapia Clínica Integrativa (Psicodrama, Psicoanálisis Integrativo, Análisis de sueños, Dinámica de grupos…).

 

AFFECTUM – ¿Cuál es el porcentaje de resolución efectiva de conflictos con este enfoque sistémico? ¿Puedes darnos un ejemplo de resolución pacífica de un conflicto difícil que hayas acompañado?

MARIA LUZ GODOY – Bueno, aún no he hecho un análisis estadístico, porque mi investigación está aún en pausa, pero sí puedo decir que en todos estos años en nuestro despacho, cuando ambas partes en conflicto están de acuerdo en tener una intervención con constelaciones, en más del 90% el conflicto se resuelve y acaba en acuerdo.

Pero es que además termina la litigiosidad recurrente. Cualquier nuevo desacuerdo intentan negociarlo sin acudir a los tribunales. Y lo más interesante es que las relaciones cambian, porque fluye la comunicación de manera mucho más saludable y se integran las nuevas situaciones.

Un ejemplo: Esposa que llega a terapia con mucho dolor y rabia porque su marido la ha abandonado para irse con otra mujer “más fea, gorda y vieja” que ella. Tienen un hijo común de 3 años cuando acude al despacho.

El marido, un hombre influyente de la región, busca al abogado más peleón que encuentra, dispuesto a darle a ella lo mínimo y, si fuera posible, tener la custodia del pequeño.

Claro que la esposa tuvo que hacer un proceso de terapia individual, pero la constelación familiar que pudimos hacer cuando era el momento, fue determinante para que se produjera un cambio radical, para que ella fuera consciente de la parte que ella había puesto en el conflicto y desde ahí pudo asumir su responsabilidad, conectándose con su fuerza y saliendo de la víctima.

Esta constelación afectó a todos y el marido cambió a un abogado más dialogante. Se firmó un convenio regulador de mutuo acuerdo con un régimen de visitas tan amplio como el de una custodia compartida, que hubo después. Y lo más sorprendente de este caso: ¡La esposa le entregaba de buen grado a su hijo a “la otra”, la nueva pareja del padre, cuando tocaban las visitas, dialogando con ella acerca de lo mejor para el niño!

 

AFFECTUM – Sabemos que estás haciendo un trabajo increíble en la Comisión de Justicia Sistémica en España, que tu misma idealizaste e hiziste realidad. Háblanos de ello y, sobre todo, ¿qué te mueve?

MARIA LUZ GODOY – La Comisión de Justicia propuse crearla a la Junta Directiva de la Asociación de Constelaciones (AECFS) a raiz del movimiento que surgió en Valencia en marzo de 2023. Tuvo muy buena acogida y todas las bendiciones, porque desde ella podemos proponer acciones y proyectos para hacer lo que pretendemos: que esta mirada llegue a los juristas y a la justicia, porque se trata de un capo de pacificación, donde se incluye a todos y se busca la paz y la reconciliación para todos los miembros del sistema (no sólo para las partes en conflicto).

 

AFFECTUM – Aunque este trabajo sistémico supone un cambio de paradigma en el sistema de justicia tradicional, lo cierto es que cada vez tiene más expresión por los resultados que está obteniendo y en los temas en los que ya está funcionando, concretamente en las prisiones de España, donde se viene trabajando y documentando desde hace más de una década. Háblanos de este proyecto.

MARÍA LUZ GODOY – En la prisión de Jaén hay un proyecto que llevan a cabo un psicólogo y una trabajadora social por el que, una vez al mes, hacen constelaciones con presos que han

elegido estar voluntariamente en la UTE (Unidad Terapéutica Educativa). Este proyecto lleva ya 12 años.

Tuve el privilegio de visitarla y participar en uno de esos talleres, junto con la directora de Espai Sistèmic i Humanista, Carme Tuset Padró, que es precisamente la escuela con la que estoy coorganizando la formación en Justicia Sistémica.

Y Carme Tuset, precisamente, tiene aprobado por la Consejería de Justicia de la Generalitat de Cataluña ya en marcha, un proyecto por el que también están haciendo constelaciones en todas las prisiones de Cataluña.

Esto representa un gran avance. Y puedo dar testimonio de la intensidad y grandísimo valor que este trabajo tiene para los presos. No hay palabras para poder expresar el torrente de emociones que experimenté con los presos de Jaén. Impresionante y apasionante. Mucho corazón.

 

AFFECTUM – ¿Qué grandes cambios prevés en el sistema de justicia?

MARIA LUZ GODOY – ¿Grandes? Ninguno. Creo que hemos de mantener los pies en la tierra y ser conscientes de que este es un camino que ha de hacerse paso a paso. Incluso, dos pasos hacia delante y uno hacia atrás. Pero siempre avanzando. Encontrando resistencias del sistema, que también forman parte del camino. Por ejemplo, la negativa de un Comité de Ética en la Investigación a evaluar mi proyecto, “por tratarse de constelaciones familiares, que aún gozan de pocos estudios científicos que avalen su eficacia”.

 

AFFECTUM – Echando la vista atrás, ¿qué ha cambiado desde que comenzó este trabajo hace tantos años?

MARIA LUZ GODOY – Pues mucho. El número de juristas que van abriendo sus mentes a un nuevo paradigma, que se atreven a reconocer que el paradigma actual no satisface ni a los clientes, ni a los profesionales, que genera mucha frustración y que no trae paz… a nadie.

Creo que el campo se está abriendo a algo nuevo y yo me limito a observar paciente y mirar cuál ha de ser el siguiente paso. Quizás venga alguno de gigante, pero mejor soltar las expectativas.

 

AFFECTUM – ¿Qué aportas hoy a la abogada, mujer, companera y madre?

MARIA LUZ GODOY – Mucha paz, reconocimiento, humildad y mirada a lo esencial, con los pies en la tierra, bien arraigada.

 

AFFECTUM – En este momento histórico en que las guerras se agravan y las desigualdades aumentan, ¿cómo avanzar hacia una sociedad más justa?

MARIA LUZ GODOY – A veces me viene una cierta preocupación, pero también a continuación pienso que si se están repitiendo ciertos patrones es para que podamos mirarlos, para poder incluir y sanar lo que quedó pendiente en los conflictos precedentes. Y creo que vamos hacia

muchos cambios, que seguramente ni imaginamos. Todo va muy rápido. Yo quiero confiar en la vida.

 

AFFECTUM – ¿Cuál es el camino hacia la concordia cuando aumentan las posiciones extremistas, sobre todo en la política y los ideales?

MARIA LUZ GODOY – La inclusión y el asentimiento. Y también he comprendido personalmente que, lejos de combatir o debatir para “convencer” de la tesis contraria, lo mejor es “construir” cosas nuevas, válidas y eficaces que resulten demoledoras.

Por ejemplo, ante tanta crítica hacia las constelaciones familiares, “por tratarse de pseudociencia”, en lugar de debatir sobre si lo es o no o porqué sí y porqué no, construir y realizar proyectos rigurosos de investigacion bajo el paradigma de la ciencia y demostrar su eficacia.

En definitiva, utilizar las mismas herramientas del sistema a nuestro favor.

 

AFFECTUM – Un mensaje para los que viven un conflicto.

MARIA LUZ GODOY – El conflicto es solo un síntoma, de algo que requiere ser “mirado”, para ser incluído y sanado. Y así evitar la repetición del conflicto y de patrones. Si nos atrevemos a mirarlo y reconocerlo tal como es, el conflicto ya pierde fuerza e intensidad y se va mostrando el camino para su resolución.

 

AFFECTUM – Y por último, un mensaje para los operadores de justicia, abogados, jueces, fiscales, mediadores y todos aquellos profesionales que trabajan con conflictos.

MARIA LUZ GODOY – Les diría que miren hacia dentro de sí y honestamente se pregunten y respondan si se sienten satisfechos con el paradigma actual de la justicia. Si sienten que están ellos mismos tranquilos, en paz, sin cargas o peso. Si acuden a los tribunales con serenidad o si, por el contrario, padecen estrés, ansiedad, agotamiento, incluso hartazgo.

Y si sienten que tiene que haber otro modo, o que les gustaria estar de otro modo, más liviano, más tranquilo y sereno, cuidándose a sí mismos y a su familia y también prestando a sus clientes una ayuda que fortalece, entonces, que se asomen a la Justicia Sistémica. Porque eso es lo que nos aporta a quienes ya trabajamos desde esta mirada.

Merece muchísimo la pena. Es mi experiencia.